ENTREVISTAS & OPINIÓN | 01.05.2024
Desde la salida de “la Convertibilidad”, tras la crisis 2001-2002, la Argentina ha regresado a un modelo económico cerrado, de desaliento a los sectores más competitivos -tales como el campo, a través de impuestos a las exportaciones (retenciones, que no retienen sino cobran impuestos), de una pesada carga tributaria sobre el sector privado, una cancha inclinada en favor de sectores industriales sustitutivos de importaciones, a través de importantes barreras arancelarias, pero sobretodo no arancelarias tales como las barreras cambiarias (es decir, el acceso al dólar para importar), entre otras.
Autor: Martín Simonetta